Reflexiones, actualidad y crítica, historia y curiosidades

lunes, 24 de noviembre de 2014

ADIÓS

Pues aquí estamos. Escribiendo la última entrada de mi blog “Más grande era Roma”.
Lo cierto es que, ahora que escribo el nombre del blog estoy recordando el tiempo que me costó prepararlo y acuñarle un nombre que fuera apropiado. Pasé por nombres graciosos y pésimos y otros demasiados serios. Al final me decidí a buscar en el refranero popular y encontré esta frase: Más grande era Roma y cayó. No es un refrán que se escuche mucho, de hecho poca gente me ha dicho que lo conociera, pero me pareció un nombre totalmente apropiado, que aportaba una mínima seriedad y bastante curioso. Y es que al fin y al cabo entiendo esta frase cómo que no importa quién esté en el poder, todos somos seres humanos y el poder se desgasta y acaba. Todos los imperios de la historia han tenido un principio y un final y siempre será así.

Como es un post de despedida simplemente quiero deciros cuales han sido las razones por las que me veo forzado a terminar con esto (pero puede que no para siempre). Lo principal (y es por la razón por la que no pude subir esta entrada ayer) es el tiempo. El tiempo es oro y yo debo de ser pobre porque dispongo muy poco de él. La universidad me quita bastante tiempo pero a eso hay que sumarle otras cosas como el inglés (Aprovecho para deciros que hoy en día es básico, tanto como podría ser tener la ESO, el tener un mínimo nivel de inglés. Ahora tener inglés no te diferencia de los demás, para conseguir eso es necesario hablar otra lengua además de la materna y el inglés), otras actividades como la música y además todas las semanas surge algo que me quita más tiempo todavía. Y aunque es cierto que aun me queda un poco de tiempo libre, prefiero emplearlo para estudiar o para descansar. En más de una ocasión, ponerme a escribir se ha convertido en una obligación que en una diversión.
Aparte del tiempo que ocupa escribir las entradas y preparármelas –no es tan simple como coger el ordenador y empezar a aporrear el teclado, es totalmente necesario informarse de cualquier tema del que se vaya a hablar, de hecho yo nunca hablo de las cosas que no sé, a diferencia de los ignorantes que opinan de todo– buscar un tema sobre el que hablar me obliga a tener prácticamente todo el día el blog en la cabeza. Muchas veces encuentras temas de los que hablar pero no te convencen o descubres uno mejor mientras duermes o cuando vas por ahí con los amigos y necesitas apuntarlo.
Además, aunque dije que no me importaba que me leyera mucha o poca gente siempre es un aliciente que el número de lectores aumente conforme pasa el tiempo. En mi caso ha ocurrido al revés. Empecé los primeros post con una media de 100 u 80 visitas y ahora apenas puedo llegar a las 20. Se perfectamente porque ha ocurrido esto, no he conseguido promocionar el blog. Un enorme fallo que cometí pero el cual sabía que iba a suceder. Un blog, como cualquier otra página de internet, necesita promoción. Hay que ser un experto en marketing y averiguar la forma de atraer nuevos lectores y situar en un adecuado lugar tu blog. Desde que empecé, simplemente  no me dedique a este problema, me bastaba con escribir, y estaba bastante seguro de que esto iba a matar a Más grande era Roma.

Me fastidia acabar ya con esto, aun tengo muchos temas sobre los que tenía pensado hablar (pena de muerte, aborto, curiosidades históricas, cualquier noticia que pudiera salir…) pero me veo en la necesidad de dejarlo y centrar mi atención en otras cosas.
De todas formas todo esto ha sido una gran experiencia. Cuando empecé con esto aprendí que todos tenemos nuestras propias opiniones, pero no es lo mismo pensarlas que sacarlas de la cabeza en intentar plasmarlas con letras. Empiezas a darte cuenta de posibles fallos que podría tener tu manera de pensar o incluso refuerzas más todavía aquellas ideas. Además, me ha permitido documentarme sobre muchos temas que simplemente nombramos o nos suenan y luego te das cuenta que no tienes ni idea. Un claro de ejemplo de esto fue cuando hablé de las revoluciones que ocurrieron hace tiempo en Tiananmen. Conseguí aprender mucho sobre esto, y es más, recuerdo que luego hable con un amigo sobre este tema desde un punto de vista diferente y aun aporta más a los conocimientos que tenemos. Esto demuestra la importancia del diálogo y de procurar saber y conocer antes de hablar.
Tampoco puedo olvidar que ha sido una experiencia a través de los nuevos medios de comunicación. He aprendido lo complicado que es dar a conocer un blog y expandirlo. No basta con hacer tu trabajo. Aunque fueras el mejor del mundo, sino das a conocer tu trabajo nadie te lo va a poder reconocer. De hecho muchas veces es más importante esta parte de marketing que el propio trabajo en sí.

Para acabar ya, quiero dar las gracias a todos los que alguna vez me habéis leído y especialmente a aquellos que han leído todas o casi todas mis entradas. También a los que me habéis estado apoyando con esto. Sé que parece muy tópico, pero es que de verdad me siento agradecido.  Un blog es una cosita fácil de hacer, y que de hecho mucha gente hace, pero cada vez que recibía una felicitación por algún post que había gustado o por el blog en sí, eso, te ayuda a seguir adelante.

Pero no penséis que esto quiere decir que voy a terminar de escribir. Sigo teniendo un espíritu crítico y curioso y procuraré mantenerlo hasta que me muera. Tal vez vuelva a la carga más adelante mediante un blog u otro medio, no sé. De momento, todo lo que aquí he escrito aquí se va a quedar.


¡MUCHAS GRACIAS Y HASTA LUEGO!

viernes, 21 de noviembre de 2014

EL DINERO SIGUE SIENDO IMPORTANTE

Hoy tenía pensado hablar sobre otro tema, pero la semana pasada estuve pensando, más seriamente que de lo normal, que hacer tras acabar la carrera y eso me ha sugerido estas palabras.
Como ya sabéis, soy estudiante de Derecho y es bastante conocida la polivalencia de las salidas laborales de esta carrera. Ciertamente, no creo que se trate de un mito, pero tampoco es el chollo que se piensan muchos.

viernes, 14 de noviembre de 2014

LO SIENTO, PERO HOY NO PUEDO

Lo siento, pero aunque os prometí que todos los viernes iba a subir una entrada hoy no me es posible porque no he tenido tiempo de escribir ya que ha sido una semana muy movida, con muchas responsabilidades.

viernes, 7 de noviembre de 2014

LLEGA PISANDO FUERTE

Durante esta semana nos han bombardeado con los datos de la encuesta realizada por el Centro de Investigaciones Sociológicas (CIS) y uno de los titulares era el fin del bipartidismo. Pensaba que ya lo había matado las elecciones europeas, pero al parecer no. De todas formas, según han pintando la encuesta ahora nos encontraríamos en el tripartidismo. No creo que cambiasen muchas cosas.
Aun así, no sé porque darle tanta coba a unas encuestas que nunca aciertan. Encima para las elecciones generales  aun debemos esperar hasta 2016 y entre medio tenemos las autonómicas y locales. Pero bueno, vamos a analizar los datos.

viernes, 31 de octubre de 2014

MALTHUS SE EQUIVOCABA

En torno a finales del siglo XVIII Thomas Malthus, considerado uno de los primeros demógrafos, se hizo famoso por su estudio de la sociedad humana con su Ensayo sobre el principio de la población. Aquí realizó un pronóstico fácil de deducir: si la población humana seguía creciendo progresivamente, se produciría lo que sus predecesores lo han llamado como la Catástrofe malthusiana. En otras palabras, llegaría un momento que las sociedades no serían capaces de mantener  una igualdad en cuanto al ritmo de crecimiento humano el ritmo de producción de alimentos, es decir, no habría comida para tantas personas. A partir de ahí imaginaros toda la “catástrofe” que podría desarrollarse.
Pero Malthus se equivocaba. Hoy por hoy no va a existir ese problema. Al menos en España. Pero tampoco hay que pensar que el hombre hizo malos cálculos. Lo cierto es que con los datos que contaba entonces era lógico pronosticar aquello. Por ejemplo, la España de 1857 (primer censo moderno del país) contaba con 15,5 millones de habitantes y hoy llegamos casi a los 47 millones. Pero  parece ser que todo va a cambiar.