Pues eso parece. Tal y como dice el
título se piensa que el origen del primer cuerpo policial
profesional, de entre todas las naciones europeas, es en España. Por
supuesto que anteriormente había agrupaciones militares y milicias
que defendían las poblaciones, caminos y detenían a los
malhechores. Pero estos cuerpos no eran más que un conjunto de
habitantes del mismo pueblo o mercenarios contratados para dicho fin
y las limitaciones y problemas que podían surgir eran numerosos, a
diferencia de lo que ocurriría con una institución moderna y
profesional.
Echemos la vista atrás y pensemos en
los principales problemas que asolaban a la España del siglo XV.
Digo España por simplificar, ya que por aquel entonces los Reinos
que formaban lo que hoy llamamos España eran varios. Los más
conocidos el Reino de Castilla y la Corona de Aragón (unidos por el
matrimonio de los Reyes Católicos), pero también el Reino de
Navarra y el de Granada.
Pero volviendo al tema, dos eran los
principales problemas que debían solucionar los Reyes Católicos en
un territorio asolado por la Reconquista: la situación económica y
el restablecimiento del orden. Por entonces no existía ningún
ejército ni cuerpo policial que protegiera a las poblaciones de los
constantes ataques de nobles, asaltos de bandoleros por los caminos y
campos, etc. Así que en resumen era necesario el restablecimiento de
la paz social. Lo nobles combatían entre ellos para obtener mayores
dominios y riquezas (aunque la verdadera riqueza de aquella época
eran las tierras), otros bandidos asaltaban a comerciantes y quien se
terciara por los caminos y, por otro lado, tenemos a los desgraciados
que tenían que soportar tales embates mientras el Reino se iba
desmoronando. Ante semejante brete alguien debía recuperar el orden
y el deber de dicho cometido pertenecía a la Corona como “primus
inter pares” de la nobleza y
guardián del orden del Reino.
Con unas raíces que datan desde el año
1476 fue instituida la Santa Hermandad por orden de los Reyes
Católicos a través de las Cortes de Madrigal. Por otro lado, hablar
de la Santa Hermandad es también hablar de la Guardia Civil ya que
es la directa sucesora, desde 1844, de la tarea de la Santa Hermandad
y con unos caracteres muy marcados y similares como podrían ser la
actuación en ámbitos rurales, campos y caminos. También es
necesario remarcar que se instauró en su comienzo en el Reino de
Castilla y más tarde se intentó extender a otros territorios, con
propósito de unión, como en la Corona de Aragón, aunque aquí
fracasó.
Así que el panorama tras haber
reconquistado la Península Ibérica por los Reinos Cristianos era
desolador. Digamos que se había ganado la guerra, pero toda guerra
lleva aparejada unos desastres que se desarrollan incluso después de
acabada. Asaltos en los caminos, una economía en crisis, guerras
nobiliarias e incluso, en aquella época, la guerra civil castellana.
Así que la idea de la Corona fue la de establecer un cuerpo armado
que protegiera a las ciudades. Pero aunque la idea procedía de la
Corona no fue esta la que controlaría dicha Santa Hermandad, si no
la organización municipal. Además era cada pueblo el que debía
hacer frente a los gastos y controlar su organización.
Aunque al principio había varias
ciudades contrarias al establecimiento de la Santa Hermandad poco a
poco se fue extendiendo su aceptación llegando a ocupar todo el
Reino de Castilla y llegando a expandirse a otros territorios
incluso.
Aunque se piensa que fue el primer
cuerpo policial profesional de Europa no hay que compararlo para nada
con, por ejemplo, el Cuerpo Nacional de Policía de la actualidad. En
realidad era una organización totalmente militar pero no enfocada a
una guerra exterior si no interior. Es decir, no buscaba la
protección en las fronteras, si no dentro de las mismas. Es por ello
que se le podría considerar de cuerpo policial. También se entiende
que es un cuerpo profesionalizado puesto que mantenía una
organización bien estructurada y sus integrantes eran personas que
se dedicaban a su tarea de manera íntegra, a diferencia de lo que
ocurría anteriormente con milicias de gentes del mismo pueblo para
proteger los caminos y campos, por ejemplo.
Si queremos buscar un ejemplo cercano
hoy en día debe enfocarse la atención en la Guardia Civil, puesto
que para algo es quien le sucedió. El porqué es por la razón de
que es una gendarmería, un cuerpo con funciones policiales pero
integrado en la fuerza militar. Es más, el característico uniforme
verde de la Guardia Civil se lo debe también a la Santa Hermandad. Y
es también, parece ser, por este uniforme de donde viene el famoso
dicho “a buenas horas mangas verdes”, que parece enjuiciar
una lenta actuación de la Santa Hermandad.
Cabría decir mucho más sobre la Santa
Hermandad y por supuesto fueron muchos los impedimentos y opiniones
contrarias a su institución, pero el caso es que fue lo que
podríamos llamar el primer cuerpo profesional de policía, al menos
de Europa. Y su actividad consiguió alcanzar un relativo éxito.
Perseguía los delitos y los castigaba (eso si, con los métodos de
la época), disminuyeron los asaltos en caminos y robos y alcanzó el
logro de frenar en gran medida muchos de los intereses de una nobleza
desmedida en un territorio recién conquistado.
Es un tiempo de nuestra Historia que
nos recuerda que España fue mucho y un país situado en la
vanguardia y el progreso. Un espíritu que se ha perdido y nos
interesa recuperar. No somos menos que ninguna otra nación y desde luego
nuestra Historia lo demuestra.